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¿Puedes estar deteriorando tus toallas sin saberlo?

En Toallas Personalizadas sabemos que, aunque adquieras piezas de la mejor calidad, siempre hay maneras en que puedes estar deteriorando tus toallas sin saberlo. Costumbres de tu día a día en el hogar podrían probablemente arruinar estos útiles accesorios, dándote así una impresión errónea acerca de los modelos o marcas que has comprado. Sigue leyendo y aprende con nosotros cuáles son estos inconvenientes y cómo evitarlos para obtener siempre lo mejor de tus productos.

Propiedades de una toalla

Quizás te preguntes cómo posiblemente podrías estar dañando tus toallas. Para poder comprenderlo es necesario saber que una pieza de la mejor calidad podría durar una gran cantidad de años, siempre y cuando mantengas los cuidados adecuados que permitan aprovechar todo lo que este producto te ofrece por mucho más tiempo. Estas son las características que debes ver y preocuparte por conservar en estos artículos:
  • Suavidad: Esta propiedad permite que puedas usar tus toallas para secar todo el cuerpo sin ningún tipo de molestia, y que el proceso sea agradable y sutil para tu piel. Cabe destacar que todo esto, además, será bien apreciado por todos tus huéspedes e invitados.
  • Absorción: Es sumamente importante en tus actividades diarias, ya que además de hacerte sentir limpio y seco, permite que sean menores las posibilidades de tener inconvenientes en tu salud debido a la humedad que queda como residuo en tu cuerpo.
  • Buen olor: Tener toallas con delicioso aroma es algo que siempre logrará causar una excelente impresión acerca de ti y tu hogar, por lo que una toalla que lo conserve fácilmente será lo ideal. ¡Eso sí! Para lograrlo no solo es necesario que sea de buena calidad, sino además varias medidas de tu parte.
  • Integridad: Cuando abusamos con los detergentes o cualquier otro químico es común ver toallas agujereadas o con raspones en su superficie, pero además debemos preocuparnos en que estas sean de una buena calidad para evitar otros daños como el deshilachado.

Cómo puedes estar deteriorando tus toallas sin saberlo

Cuando tenemos un estilo de vida ajetreado, es común usar este accesorio para luego olvidar que existe. Tomar una toalla fresca y olvidarse de la utilizada es una opción práctica, sin embargo, es probable que de esta manera te encuentres constantemente en la necesidad de comprar piezas nuevas mientras las demás se deterioran muy rápidamente. He aquí algunos ejemplos de estas malas costumbres que pasan desapercibidas:

No colgarlas sabiamente

Si has decidido almacenar tus toallas en ganchos mientras no están en uso, debes saber que esto no está mal, aunque mucho mejor es optar por una barra horizontal. De cualquier manera, lo conveniente será no colgar más de dos piezas por gancho, ya que la humedad y quizás residuos de suciedad pudieran quedar atrapados entre las capas, lo cual hará este espacio el lugar perfecto para el crecimiento de bacterias y moho.

No lavarlas lo suficiente

Como habrás notado, las toallas empiezan a volverse sucias, malolientes y llenas de gérmenes rápidamente si no mantienes la higiene adecuada. Es necesario lavarlas después del tercer o cuarto uso, quizás podrías postergarlo hasta el quinto si tienes una barra calentadora o las has puesto a secar en un lugar soleado y aireado. Las piezas para las manos deben ser cambiadas más frecuentemente ya que se utilizan mucho más de una vez por día. Deberás hacer este mantenimiento cada dos días o diariamente si tu familia es grande.

Utilizas siempre la misma toalla

Tener una agenda de lavado apropiada es bueno, sin embargo, esto no significa que puedas simplemente utilizar una toalla por persona. Lo mejor es adquirir varios sets, quizás cuatro, que rotes constantemente. De esta forma una sola pieza es utilizada de vez en cuando entre semanas, por lo que tendrá menos uso, menos lavado, y esto se traducirá en mayor durabilidad.

Malas costumbres de lavado

El proceso de lavado lo es todo a la hora de conservar la integridad de tus toallas, es por eso que nos vemos obligados a enseñarte algunos trucos para que aprendas a hacerlo de la mejor forma para evitar todo tipo de inconvenientes o daños a las piezas. Una de las malas costumbres que tienen muchas personas es colocar mucho detergente, y la verdad es que se hace tentador echar un poco más al lavarropa para tener una carga muy, muy limpia. Debes saber que en realidad esta táctica es útil, ya que todo lo que necesitarás es lo indicado en el paquete del detergente o incluso menos, pero nunca más. Como las toallas son absorbentes, probablemente este exceso de producto quedará dentro de la tela si no es cuidadosamente enjuagado. De hecho, este residuo podría alimentar a las bacterias y el moho, sin mencionar que dejará tus toallas tiesas, ásperas y duras. Adicionalmente, aunque nunca es bueno utilizar agua muy caliente en el lavado, especialmente en piezas de color, es bueno que de vez en cuando lo hagas tomando las precauciones adecuadas. Revisa la etiqueta y lava cada pieza a la temperatura más alta que sea segura para la tela, de esta forma podrás dejarlas más limpias y matar los gérmenes. Un detalle que pocos saben es que se hace necesario sacudir las toallas antes de echarlas a la secadora. Justo como lo haces antes de doblarlas, hazlo también en este momento ya que la simple medida ayudará a mantenerlas suaves y esponjosas a través del tiempo. Ahora que conoces algunas maneras en que puedes estar deteriorando tus toallas sin saberlo, ¿tienes algún otro truco personal para prevenir estas consecuencias? Déjanos tus comentarios y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo.

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